El carburo de silicio se produjo originalmente mediante una reacción electroquímica de alta temperatura entre arena y carbono. Se utiliza ampliamente en abrasivos, refractarios, cerámicas y una gran cantidad de aplicaciones de alto rendimiento. El carburo de silicio también puede convertirse en un conductor eléctrico y tiene aplicaciones en calentamiento por resistencia, encendedores de llama y componentes electrónicos.